miércoles, 27 de abril de 2011

Quien dijo que sería fácil




(Breve Historia de una travesía)

Playa de Anakena
 Venir a Rapa Nui es un verdadero lujo, no lo digo por el costo monetario, sino por el placer que uno vive inmediatamente bajándose del avión y te dan la bienvenida con hermosos collar de flores y dices:¡”Estoy en Rapa Nui”!, crucé el océano casi 5000 km y al fin veré los moais. Porque uno cree que Rapa Nui es sólo moais y la mítica e internacionalmente famosa playa de Anakena, pero estamos super equivocados, la playa y las estatuas son una mínima parte de lo que podemos conocer si es que nos preocupamos de ciertos detallitos como...


Piscina natural
Primero, acá no existes si no nadas y buceas, puede pasar que no bucees. pero venir a la Isla y no saber nadar es casi una ofensa, piensen que acá el mar es principio y fin de todo, el mar da y quita, te lleva el alimento a la mesa y si la mar está mala puede ser que no comas, además desde pequeños el océano los acompaña y como aprender a caminar es una ley de vida, aquí también lo es nadar. ¡Hay piscinas naturales en todas partes!, por lo tanto ¡siempre debes llevar tu traje de baño puesto!, vas al pan, hace calor y por qué no? ¡vamos al mar a ver las tortugas!.


   Yo soy pésima nadadora, por no decir que me ahogo al metro de profundidad, pero hay que ser digna e ir a las piscinas, mis favoritas son las que se encuentran  cercanas al PEA (restaurante típico que posee dos piscinas naturales a sus costados, una está cerrada por rocas que se abrieron paso sólo para que el mar entrara y la otra, está sin barreras, como yo digo “de frente al mar” ), donde encuentras aguas cristalinas a temperatura de los dioses, si tienes suerte una pequeña lluvia caerá generando un ambiente tropical, te crees en las nubes, toda una diva marítima, pero cuando empiezas a ver a los niños que pasan, te miran, sonríen y siguen su camino hacia mar abierto, como quien camina sobre algodones, CREANME, la humillación te sumerge,pero ¡OH! aquí bajo el mar puedes ver muchos pescaditos de colores que nadan junto a tí , entonces todo se olvida, el mundo es tuyo.


Escalada libre en Ovahe
    Ahora bien, si quieres conocer más de la isla ponte unos buenos zapatos de treeking y a caminar, subir, bajar y agarrarte de las piedras lo mejor posible, esto te lleva a descubrir más de una sorpresa. Por favor jamás tratar de ser una “escaladora” con chalitas con suela tan lisa como un trozo de queso, porque cuando subes vas todo el camino pensando ¿cómo cresta voy a bajar de aquí?.





Ah y por favor tengan en cuenta esto, cuando te invita algún rapanui a la playa olvídense del concepto continental, acá las playas tienen piedras volcánicas y toooodoooo aquí es playa, así que unos buenos zapatos y harto short, porque trepar un loma empedrada con chalas y un vestido no es lo mejor, se los digo por experiencia. 




Pesca para el Tunuahi
Pero todo viajero tiene su recompensa, cada día es una sorpresa y hacer planes no sirve de mucho, uno sólo debe dejarse encantar, como me dijo un pescador:”Aquí tenís puro que disfrutar amiga” y eso se aprende,adiós celular, adiós conexión a internet todo el día y vamos al TUNUAHI, que es una vieja tradición rapanui, donde bucean un rato, cazan los pescados más frescos que hayas comido en la vida , luego los limpian con agua de mar y los tiran sobre piedras calientes para ser cocinados, sólo con su sabor natural.



Como aperitivos unos erizos de todos tamaños (los grandes aquí se llaman BANAS ), también recién pescados y abiertos con cuchillo o a falta de él a puro golpe de piedra .. del mar a tu boca. Pero cuidado si eres alérgico, comer un erizo no te matará, pero andarás varios días con la boca hinchada y ronchas en la piel.






Y así terminamos el día, con una puesta de sol en alguna playa, con la guatita llena y el corazón contento, cada aventura valió la pena. Así se vive en Rapa Nui.






lunes, 25 de abril de 2011

Semana Santa en Rapa Nui



           Muchos turistas pensaban que como se acercaba Semana Santa, en especial la Pascua de Resurrección, la isla se iba a volcar a las calles para        celebrar con una gran fiesta un año más de su descubrimiento (hay que recordar que en 1722 llegaron los primeros europeos a la isla y la bautizaron como Pascua por la festividad), sin embargo, la importancia de esta fecha camina por otra senda que sí nos lleva a una gran celebración.
En las  casas ya se escuchaban  los rumores:"las mujeres cantan sólo en rapanui", "llevan flores a sus muertos en noche de viernes", "¡es una celebración imperdible!". Con estas palabras me animé a ir al vía crucis, una fiesta católica que aquí, en el ombligo del mundo, se mezcla con la religiosidad de un pueblo primitivo (en el mejor sentido de la palabra) que aún conserva a sus dioses, a sus espíritus tanto humanos como de animales, vivos en sus pinturas, bailes y representaciones culturales, en especial, su ave sagrada Manutara.

           A las 20horas en punto, la gente comienza a reunirse en la iglesia, se puede ver a las mujeres mayores con collares y flores en sus cabelleras, a las      jóvenes vestidas a la manera continental, pero siempre con un toque rapanui y los caballeros, por su parte, con sus mejores camisas pascuenses.
Nuestra paso es acompañada por mujeres que cantan en el idioma original y a veces, puedo distinguir alguna canción católica escuchada en la iglesia de mi pueblo junto a mi padre.

       La  caminata avanza entre rezos, silencios, canciones y paradas para ver las representaciones  de cada estación, pero el momento cúlmine no es como en el continente o en la mayoría del mundo que termina en la iglesia, acá el cierre se produce en el cementerio, sí  leyó bien, en el cementerio. Acá la última estación es representada aquí, ya de noche, donde los asistentes entregan  sus respetos a sus seres queridos, dejan sus collares en tumbas ataviadas con esculturas en formas de tortugas o alusivas al mar. El silencio se termina, la gente conversa con  sus difuntos, comentan sus vidas y se despiden hasta luego.

      A muchos los veo después en la misa de resurrección, donde al fin puedo apreciar sus santos que estuvieron tapados con un manto rojo toda la semana en señal de respeto, hoy están descubiertos y la belleza de los tallados en madera y piedra surgen majestuosas: santos con facciones pascuenses, hombres pájaros, una virgen coronada con plumas, pilas de agua de piedras talladas con el manutara y conchas de mar donde se junta el agua bendita.

      
El momento más lindo (y eso que no soy católica practicante) es cuando el cura dice: "Que  la paz esté con ustedes" y todos, con gran alegría te saludan diciendo, de corazón y con una sonrisa en sus rostros curtidos por el sol: "La paz esté contigo" y creo que ese día la paz si se quedó junto a mí.



Se los debo contar

¡¡¡Al fin tengo mi blog!!!
Es super entretenido pensar que podré compartir un poco con mis amistades todas las historias y aventuras que se viven en este mundo, porque creanme Rapa Nui, como prefiere su gente que se llame a la Isla,es un mundo misterioso, cuativante y completamente distinto a lo que conocemos, la Isla no es Chile, es simplemente y completamente RAPA NUI.


De frente a la inmensidad del mar
Ahora sí  puedo  contarles mis aventuras en esta maravillosa y a la vez, extraña isla. Para algunos se que  estas líneas no tienen el encanto del facebook (aquí debes leer), sin embargo, para mí es la mejor manera de transmitir, o tratar de hacerlo, día a día un poquito de estas vivencias que son únicas en mi historia.

"Cueva come Hombres"






Ayer pensaba, mientras caminaba por la "Cueva come Hombres", que no existe cámara en el mundo que pueda robar la esencia de las imágenes y llevarlas, con el mismo  impacto que me llegaron al alma, hacia quienes más quiero.
Ver como el mar rompe la rocas y las va esculpiendo suave a veces, otras con fuerza, de aquí a la eternidad es increíble, nos invita a parar el mundo, dejar la cámara de lado y sólo ver lo que la madre naturaleza nos brinda.
 
Piscina del Iorana
                        
Y las sorpresas no terminan aquí,porque al emerger de la cueva, camino por un paisaje agreste, lleno de monumentales rocas, con las más diversas figuras y formas y de repente, como quien camina por el desierto, encuentra su oasis, un pequeña piscina natural entre la tierra y el mar, que a mis espaldas ruge con fuerza. Nado y bajo mis pies ¡ hay vida!, peces grandes, chicos, de colores increíbles que se asustan de mí tanto como yo al sentirlos en mis pies... si eres creyente dices ¡¡¡Dios gracias!!!, si no lo eres sólo dices ¡¡¡Guau, es increíble!!!, todo esto para mí y lo quiero disfrutar a concho.



Ojalá lo disfruten tanto como yo y cuando puedan agarren sus cosas, tomen un curso de buceo y corran a Rapa Nui, porque si existe un lugar que te quita el aliento y te hace soñar, es aquí y yo lo estoy viviendo.

Mai Mahatu