miércoles, 18 de enero de 2012

Tapati, una fiesta para soñar

Con las campanadas del nuevo año comienzan las estrategias, los murmullos, las familias negocian alianzas, se forman clanes, todos conversan en silencio y a viva voz de lo único que realmente importará en estos próximos 45 días. Las enemistades con los chilenos terminan, no importa si eres del conti o extranjero, todas las puertas están abiertas para que seas parte de la fiesta más hermosa de nuestro país: TAPATI.

Sin duda Rapa Nui es otra cosa desde el primero de enero, una magia mezclada con nerviosismo se apodera de ella, de los hombres, de las mujeres y los niños, todos cambian su rutina de mar, olas y surf por un bien mayor que los une y divide en dos grandes clanes. Desde el primero de enero todas las conversaciones comienzan con “Y por quien vas a bailar?, ¿a qué candidatas vas a apoyar?”, porque esto es un tema de estado, no importa si bailas bien o no, si eres chileno o extranjero, ¡TODOS! deben ir por una de las postulantes, mejor dicho, decidirte por una de las familias. Para los colados como yo, sólo vas por quien te tinque más, por los horarios de los ensayos o por lo que te quede más cerca, en cambio para los rapanuis, este es un temazo, se busca en el árbol genealógico las relaciones sanguíneas, las amistades, el estado actual de las familias, los vínculos y compromisos de toda índole y, como acá todos son familias de una u otra forma, el asunto se convierte en producto de rencillas y declaraciones de paz o guerra, aquí no hay punto intermedio, el grito de batalla es simple: O estás conmigo o eres del enemigo.


Lili Pate, mi candidata

Los ensayos comenzaron sagradamente el 2 de enero en los gimnasios del Liceo y del Colegio Católico, desde los niños a los adultos debieron decidir por quien ir, en esta ocasión: o los Pate o por los …., (no me recuerdo del apellido); si no eres de acá, los primeros días te dedicas a mirar y ver los dos ensayos, pero luego debes optar, porque aquí no sólo está en juego el apellido de la familia y el honor del clan (como aprendí más tarde), sino que en esta ocasión se van a enfrentar dos grandes grupos de músicos, integrantes de los más famosos team de baile que tiene la isla, a esto hay que sumar que están encabezados por primos en trincheras rivales. Con estos datos ya comienzo a dimensionar el verdadero peso de esta fiesta, que como dije antes, para los rapanuis no es una ligereza, por el contrario, se comprometen a full, pelean entre ellos para que todo salga perfecto y no dudan en alzarte la voz para que lo entregues todo en las competencias. 




Sinceramente yo pensaba, al igual que muchos “osados curiosos” que vamos a los ensayos, que esto no pasaba de ser una linda y novedosa experiencia, además de un gran atractivo turístico, consistente en un desfile donde toda la isla sale a las calles con trajes típicos para terminar con tres noches de competencias de coreografías. ¡¡¡Cuan equivocada estaba!!!, aquí hay honor, pasión y garra en estas dos semanas que dura la Tapati, dónde no sólo hay bailes, sino que hay competencias extremas de natación, lanzarse por la ladera de un cerro sobre hojas de palmeras, confección de trajes, muestras gastronómicas y competencias de cantos entre dos coros de personas rapanuis que cantan en su lengua desde la puesta de sol hasta el amanecer y mucho, mucho más.

A esto hay que sumarle una considerable inversión familiar, se habla de millones; porque imagínense vestir a más de 500 bailarines de todas las edades, más los músicos y la candidata, NO HAY BOLSILLO QUE AGUANTE, además de dar colaciones todos los días, movilizarse a los cerros o a la costa para entrenar a los competidores que se enfrentarán en las competencias físicas, abastecer a las costureras, la mayoría familia: madres, hermanas, tías, abuelas, vecinas, amigas... de todo lo necesario para confeccionar los trajes, porque si necesitas un hilo especial o un respuesto para la máquina de cocer JODISTE NO MAS, aquí no hay donde conseguirlos, sólo quedaría pegarse un viaje a Chile de emergencia. Ah!!! se me olvidaba el desfile, con carros alegóricos, toda la gente vestida con trajes autóctonos o con alguna creación personal, todos pintados con Kia (tierra de colores), con tatuajes que cuentan su historia familiar, todos ataviados de plumas, conchas y productos nativos.

Uff, de solo enumerar las actividades me cansé y eso que me quedan muchas cosas en el tintero, experiencias que aún no he vivido, sabores que no he probado, ensayos que aún no terminan y bailes que cada día añaden un nuevo elemento.

Por todo esto, yo digo que esta es la mejor época para visitar Rapa Nui y si estás en la isla entre enero y febrero debes participar, bailar, cantar, andar a pata pelá y pintarte el cuerpo... y por eso, en este preciso momento cierro mi blog y corro a mis ensayos a sudar la gota gorda por mi candidata.  

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