martes, 10 de mayo de 2011

Seducida por el mito


Sinceramente y para pena de muchas que ya han preguntado “Y qué tal?” (y tú sabes perfectamente que no te están preguntando por la temperatura del mar,) les diré que en la isla no llueven hombres como el ideario colectivo ha señalado, no los tienes que espantar como moscas y no te van a raptar para hacerte perder la cabeza. ¿Pena?, no deben sentirla porque el gran hallazgo está por venir y éste devela dónde y cuál es la magia de los hombres y mujeres rapanuis.


Cuando uno viaja a Isla de Pascua, surgen dos preguntas de manera espontánea: ¿Cómo son los moais? Y ¿Qué tal los minos?. Pues bueno, yo he estado tres semanas en Rapa Nui, caminando tranquilamente por sus calles, conociendo su gente, viviendo con una linda familia isleña, comiendo el pescado más fresco del mundo, pero no tengo cresta idea dónde están esos hombres y mujeres que dejan mudos a quienes los miran, esos cuerpos esculpidos a mano por la sensualidad del mar y la caricia del viento, con pieles bronceadas por el sol cada día y miradas que te hacen olvidar tu pasado y presente.



La magia está en sus bailes, si vienes al ombligo del mundo debes ver, gozar y sentir uno, yo fui con un grupo de amigos a ver VAITEMIHI. Llegamos temprano para que nos pintaron el rostro y quedar más a tono con el ambiente, nos sentamos muy tranquilos con nuestro nuevo look, esperando el baile, de repente, se apagan las luces, se escucha una suave música y una voz da la bienvenida en lengua original. 




La luz inunda todo, se oyen unos tambores que hacen sonar tu corazón con cada golpe y entonces, aparecen ellos:SURGE EL MITO EN CARNE VIVA, peeero... luego salen la mujeres, bellas, sensuales, moviendo sus caderas de manera cadenciosa, con finos cuerpos bronceados (¡¡¡dónde se metieron la celulitis estas tipas!!!), con sonrisas perfectas y miradas coquetas, ellas sí que son lindas, con una belleza natural que no es fácil encontrar en el continente.



Pero y los hombres ¿cuándo me van a encantar?, exijo mi MITO AHORA y mientras pensaba esto, comienzo a ver el mito. Los bailarines son guerreros sobre el escenario, que luchan por su tierra, que enamoran a su hembra, que miran al público desafiante, que dicen en cada momento soy de sangre guerrera y de estas manos surge vida, ¡aquí está el hombre del cual hablaban mis amigas y la leyenda que ha recorrido el mundo!, el hombre que enfrentó a la naturaleza, desafió las alturas de volcanes y surgió del mar para ser proclamado rey.





Sin lugar a dudas es la actitud lo que hace a estos machos polinésicos ser protagonistas de leyendas y sueños femeninos, es la fuerza de sus bailes y cantos guerreros, es la belleza silenciosa de sus mujeres y sus movimientos de ensueño.
Termina el baile, se apagan las luces y todo vuelve a la realidad...





Pero ahora, cuando recorro las calles de Rapa Nui, veo a una raza orgullosa que camina junto a mí, que te miran de frente y con ojos penetrantes, que pasan a tu lado y te saludan con cortesía y firmeza, que aman el mar y a su tierra por sobre todas las cosas, que son sinceros de una manera brutal que nosotros desconocemos y hemos olvidado. Son un pueblo que vive su historia y su historia es su hogar, aquí ESTA EL MITO RAPA NUI.


                                                        
              


                    



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